Narco sí, Narco no
- Sara Osorio
- 10 nov 2023
- 4 Min. de lectura
Sara Osorio Orozco
24 de Mayo de 2022
Las Narco-Novelas son un género televisivo que persigue el argumento melodramático, siendo este enmarcado en la prostitución, las drogas y la violencia. Son derivadas del narcotráfico y han sido un eje central en la cultura popular colombiana. Donde, series como Sin tetas no hay paraíso (2006), Escobar: el patrón del mal (2012), El cartel (2008), Narcos (2015), entre otras, han figurado como tendencia constante nacional e internacionalmente. Lo cual, ha dado como resultado una formación estructurada de la violencia retratada como ficción. Por lo que, en este escrito realizaremos la definición de narco novela, su impacto general y como estas afectan al espectador nacional e internacional.

América Latina siempre ha sido un foco para la explotación de recursos. De hecho, su forma de dominio hegemónica se debe al mismo abuso causado por las grandes metrópolis. Donde, se generó una dependencia a la matriz productiva dejando el intercambio a la deriva que, hasta el día de hoy, funciona de igual manera. Pues, las problemáticas económicas y sociales, desde el neoliberalismo y la lucha contra las dictaduras y la hegemonía estadounidense, han sido la causa principal de la deuda externa que tienen diferentes países, entre estos, Colombia. Lo cual, alimento a grupos distintivos que eran afectados de forma directa por estas problemáticas, dando inicio de los atentados y las amenazas hacia la seguridad. Omar Rincón señala que para millares de campesinos la única posibilidad de acceder a las promesas de la modernidad como son el progreso, superación de la pobreza y movilidad social ha significado la vinculación con el narcotráfico (Manrique, 2014). Lo cual deriva en muchas problemáticas.
Primero, la creación de imaginarios colectivos de forma nacional e internacional. Ya que, las personas empiezan a percibirse y percibir a otros de acuerdo a las influencias que toman de lo que ven, generando así distintos estereotipos. Como ejemplo podemos tomar en cuenta las jerarquías que manejan estas series en cuanto a poder refiere y también en el papel de la mujer como la sombre del hombre. Momentos que, si bien hablan del contexto en general, representas formas de visualización que afectan el presente, como cuando los estadounidenses asumen que todos los colombianos trafican cocaína o ven a Colombia como un tipo de Jumanji. Y, segundo, resulta interesante el saber como estos imaginarios podrían incidir en la población a caer en la funcionalización de la realidad sin buscar ningún punto crítico, volviéndose a veces muy fácil empezar a tener empatía por personas que han hecho mucho daño a diferentes sociedades. Aun así, ¿Por qué llama tanto la atención?
Según Luis Astorga (1995) y su definición de “Contracultura”, Colombia puede contar como una “subcultura de la violencia” al formar parte de un evento historio alrededor del narcotráfico, lo que genera que el evento en si quede plantado como pilar de la sociedad así nos sea pensado como tal. Según la Tesis Doctoral de Karolina Tiznado, la narco-cultura funciona como una representación y manifestación artística de los conflictos generados por el narco, materializando así el sentimiento de lo ocurrido. Por lo cual, el ver desde la crítica a las narco-novelas como solo un negativo en la sociedad, no es correcto. Sin embargo, hay que cruzar una línea bastante delgada.
Cuando muestra algo distinto de lo que tendría que mostrar si hiciera lo que se supone que se ha de hacer; es decir, informar, y también cuando muestra lo que debe, pero de tal forma que hace que pase inadvertido o que parezca insignificante, o lo elabora de tal modo que toma un sentido que no corresponde en absoluto a la realidad (Bourdieu, 2013, p. 25).
La cita hace referencia a una manipulación de contenido que se da mostrando lo que se quiere más, no lo que se debe, pues permanece una verdad escondida. Y, este es el tipo de influencia que hay que evitar. Pues, son muchos los contextos que rodean las problemáticas tan grandes como el narcotráfico y que no pueden ser pasados de largo. Pudiendo así dar como resultado toda una transformación de las figuras de violencia social y política. En el caso de las Narco-Novelas, autoras como Adriana Jastrzębska (2017) destacan que el capitalismo exacerbado y las libertades ilimitadas en el consumo de drogas, alcohol y prostitución. Esto lleva a los televidentes a desear determinadas formas de vida presentadas y a aprobar desde su condición - quizás de precariedad y escasez - las acciones violentas de estas figuras que representan al narco como «superador» de la pobreza desde la ilegalidad a «falta de oportunidades».
Teniendo en cuenta todo lo dicho con anterioridad, el entender que las personas que hicieron parte de la violencia de los países traen una historia detrás, puede o puede no ser relevante para muchos. El querer centrar una novela de este tipo desde el entretenimiento o un objetivo informativo, es parte del derecho creativo de cada proyecto. Pero, el intentar romantizar las situaciones de dolor, ignorando lo malo que se hizo y dando acusaciones falsas con estereotipos tóxicos a la juventud, es un espacio de sumo cuidado que puede llevar a la invisibilidad del problema y a un intento de justificación y manipulación de la información. Lo cual puede generar una reacción específica del público que luego utilizara estas inspiraciones para vivir su día a día.
Referencias
Astorga A, Louis (1995) Mitologia del Narcotraficante en Mexico. Editorial Plaza y Valdez. 91-150 pp Bourdieu, Pierre. (2013).
Sobre la televisión. Barcelona: Anagrama. Jastrzębska, Adriana. (2017).
Los héroes del mundo degradado: subjetividades endriagas en la narconóvela. Itinerarios, 1 (26), pp. 59-73.
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